lunes, 21 de febrero de 2011

Impresiones de Florianópolis


1) El devenir del tiempo en la playa hace que los pensamientos fluyan. Sobre todo los más livianos. Y lo peor es que se pueden convertir en surrealistas.
Así sucedió que mientras tomábamos cervecita mirando el mar nos pusimos a encontrar parecidos en la gente que pasaba por la orilla. Vimos a un “Checho” Batista en sunga que jugaba a la paleta con su novia que de cara era igual a Nalbandian. No así de cuerpo; por suerte.
Al nuestro lado había una Sofía Pachano, con capelina, leyendo Crepúsculo mientras su novio surfista enfilaba para el agua.