Este es un pequeño reportaje fotográfico de una velada automovilística iniciática para mí. En el soleado 17 de octubre me invitaron a copilotear un auto sport en el Autódromo Municipal de Buenos Aires. Y a pesar de ser un neófito en las pistas, según dicen, cumplí un buen papel y logramos, junto al experimentado piloto que manejaba la nave italiana, un digno puesto a mitad de tabla.
El mundo tuerca es digno de ser retratado con más detenimiento. El fanatismo y la adoración de los dueños de las máquinas regala imágenes comparables a exóticos rituales. Autos de todos los modelos, marcas, colores y formas hacían rugir los motores en la previa. Los boxes eran un rejunte colorido y variopinto de Torinos, Alfas, Escarabajos, muchos Fiat 1500, Peugeots 404 504 403, Lotus, Porsche.
Pasen,vean y disfruten hasta la bandera a cuadros.
El mundo tuerca es digno de ser retratado con más detenimiento. El fanatismo y la adoración de los dueños de las máquinas regala imágenes comparables a exóticos rituales. Autos de todos los modelos, marcas, colores y formas hacían rugir los motores en la previa. Los boxes eran un rejunte colorido y variopinto de Torinos, Alfas, Escarabajos, muchos Fiat 1500, Peugeots 404 504 403, Lotus, Porsche.
Pasen,vean y disfruten hasta la bandera a cuadros.
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