El chofer le daba arranque y nada. Y otra vez, y nada. Y otra vez, y nada. Entonces levantó una tapa grande que estaba al lado de la palanca de cambio. Eso, después supe, cumplía la función de capó. Allí abajó estaba el motor y los demás adminículos mecánicos que funcionando al unísono y en armonía logran el milagro de la movilidad en todo transporte con ruedas.
La cuestión es que una vez abierta la tapa empezó a toquetear una manguerita por donde salía nafta...La tocaba y se iba a darla marcha, y nada. Así como diez veces, hasta que pidió un voluntario con mano chica para que haga fuerza en no sé donde. Una gentil señorita prestó su colaboración y, luego de seguir las indicaciones del chofer y de mancharse de combustible, se transformó en la heroína del pasaje. Un reconocimiento para esta anónima mujer que nos a simplificó la vida con su gesto.
Seguimos camino. Entramos en la ansiada Purmamarca. El micro paró. Bajamos. Y a dos metros había una hostería. No dudamos. Eso es ser vago. El hostel se llama "Mama Coca" y es digno de recomendarse. Básicamente por la hospitalidad, generosidad y buena onda de quienes atienden.
Al llegar nos recibió Doña Beba, la dueña del hostel. Todo un personaje.
Doña Beba fuma sin parar. Cada vez que la ves está con un pucho en la boca. Y además habla, y habla y habla... Le gusta contar cosas, y a los que la rodean les resulta agradable escucharla contar mientras la ven pitar y pitar. Es una optimista genética. Siempre con buena onda y un chiste por decir.
Nos cuenta que hace más de 13 años que empezó a construir el hostel. Lo hizo con un sueldo de docente, de a poquito y con paciencia. Antes vivía en San Salvador de Jujuy, pero un día decidió venirse con su compañero a instalarse en Purmamarca. Y a partir de ese momento fue testigo fiel del crecimiento que está teniendo este pueblo de un tiempo a esta parte.
Doña Beba es militante activa del matrimonio. Mientras sigue fumando le martilla a la canadiense que la escucha que el "matrimonio es lo mejor que hay", que no hay nada mejor "que poder compartir la vida con alguien", y que "hay que tener mucha paciencia". La canadiense trotamundos con novio cordobés la escucha y se ríe. Quiere creer que es cierto. Pero no está muy convencida de las ataduras y compromisos muy duraderos. Hace más de ocho meses que está dando vuelta por América del Sur y luego de su paso por Córdoba -y ver qué pasa con el chico que la enamoró a base de simpatía y fernet- tiene planeado, a fin de año, hacerse un viajecito por Asia. Con él o sin él.
Larga el humo y nos cuenta Doña Beba que fue más de 30 años maestra rural. De esas de vocación. De las que aman lidiar con las pequeñas criaturitas. De las que tienen paciencia y alegría. Y me la imagino en una escuelita en el medio de la nada, mientras se iza la bandera, con la hiperactividad que la caracteriza.
Termina el pucho y nos dice que para bañarse hay que esperar que se caliente el agua. Y se pone al lado de esa especie de caldera y le empieza a tirar leña.
Y cuando termina se prende otro cigarrillo.
3 comentarios:
jaja que loco, no se como llegue aca pero llegue...y yo estuve dos veces en mama coca...beba se pasa, lo conociste a Dardo? el marido? otro personaje...bueno, un abrazo de 7 colores!!
exitos
jaja q loco, no se como llegue a tu blog, lo mas gracioso es que yo estuve 2 veces en mama coca. y me estoy yendo para año nuevo otra vez.
Beba se pasa, siempre te halaga, siempre esta de buen humor...una reina. Lo conociste a dardo? el marido? otro personnaje...
bueno, besos y abrazos de colores
que loco, no se ni como llegue aca pero lo mas gracioso es que estuve dos veces en mama coca y beba se pasa...lo conociste a dardo? otro personaje!!!!!!!!!
buyeno, exitos y buenas vibrasss
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